El pasado sábado 11 de marzo tuvo lugar la XV Exaltación cofrade,
una edición antológica que todos esperábamos con ilusión y ganas.
La espera mereció la pena, pues el resultado de la misma superó con
creces las expectativas de un acto que, por derecho propio, se ha
convertido en pórtico y antesala de nuestra Semana Mayor. Hemos
vuelto a demostrar que cuando un grupo de gente comprometida se
pone a remar en una misma dirección, el éxito está casi asegurado.
Los que asistimos, tuvimos la dicha de vivir una noche histórica que
reunió a un elenco de catorce exaltadores, los cuales pusieron voz al
sentimiento y su palabra al servicio de la devoción por nuestros
titulares.
El acto contó además con los sones de la Escuela de Música Guillermo Calero, la joven cantera musical manzanareña que amenizó la noche interpretando varias marchas de corte serio. Llegado el momento, los catorce exaltadores fueron subiendo al atril por orden cronológico para dejarnos una antología irrepetible, llena de recuerdos y de emociones. Vivencias que resumen catorce años de exaltación en un acto de hermandad que rinde culto a la solemnidad y a la devoción, reuniendo a cofrades de distinta edad bajo el manto de la Soledad, esa madre nuestra que nos llama cada Viernes Santo para que la acompañemos en el Santo Entierro de su Hijo Yacente.