23 de marzo de 2010

Pregón de la Semana Santa 2010

Toque de corneta.
Redoble de tambor: fuerte al principio, decreciendo poco a poco.
Suena la primera saeta.

CAMINO DEL CALVARIO

A Jesús, el nazareno,
al Calvario lo han llevado
pa clavarlo en una cruz.
¡Que ese camino eligió
pa redimir los pecados!

UNO: SENSACIONES --- De manera imprecisa, aunque fiel a su cita, la cercanía de la Semana Santa se hizo, una vez más, realidad en la conciencia existencial del nazareno. Para el nazareno, para el cofrade que participa activamente en la Semana Santa, para el creyente, para el que duda, para todo el que aguarda con interés la cita anual con la Semana Santa, el final del invierno está escrito en verde, preludiando un tiempo muy especial...

Quien ha vivido otras Semanas Santas con interés y fervor sabe que la que se anuncia ahora también vendrá con sus dos caras, con sus dos dimensiones. La cara pública, la que permite exteriorizar bajo el signo cofrade una religiosidad compartida. Y la cara privada, la que requiere de la introspección, la que representa el compromiso personal con las propias creencias, la que pretende actualizar la fe. Una fe que fue depositada por padres y abuelos, y que se transmite de generación en generación...

DOS: EN LA PLAZA --- El nazareno se gusta recreando el ritual. Saborea despacio la visión de la túnica extendida, recién planchada, una vez rescatada del baúl...

TRES: LA CALLE DEL CARMEN --- La procesión toma la senda del Castillo. El nazareno pisa ahora el camino más ollado, el más viejo de la población; y lo pisa a sabiendas. Las filas se estiran con timidez. El nazareno mira a sus cofrades y repara en la función, en la utilidad del hábito, y también en la del cono sobre la cabeza, el cucurucho o capirote, que otorga el perfil indonfundible del penitente. Hace sus cábalas y justifica al primero en la necesidad de identificación, de reconocimiento comunal entre los miembros de la cofradía. El segundo, el capuchón -colige para sí mismo- es sin duda una vieja y ancestral práctica, herencia relacionada conel anonimato de la penitencia; al cambiar la altura del penitente se dificulta saber quien es. La penitencia no tenía, no tiene, por qué hacerse pública, no tiene por qué darse a conocer. La tradición exite que para la semana Santa se adopte la túnica, la capa y el capirote...

CUATRO: LA CALLE DE LAS MONJAS --- Las procesiones en Manzanares -piensa el nazareno- no buscan el barrio viejo, ni la calleja estrecha de trazado irregular, que sin duda tendrían su aquel y su emoción. En Manzanares, pueblo antiguo y con un pasado enraizado como pocos en la Semana Santa, se ha buscado, sin embargo, la vistosidad de la cofradía desplegada luciendo sus pasos, sus cruces y estandartes, evitando la maniobra ajustada y el recorrido histórico. Peso si nos gusta este último, no hay marco mejor que la Calle de las Monjas...

Suenan ayes de saeta. Se mantienen durante todo el párrafo siguiente.

En las mejores ocasiones, el soniquete familiar y profundo de una saeta, arranca lentamente. El ronroneo inicial se va transformando, poco a poco, entre ayes, en canto desgarrado que se suma al conjunto de imágenes visuales, de sensaciones y recuerdos; surge así un momento único, mágico, imposible de narrar. Porque la saeta es la síntesis de la voz popular, del fervor espontáneo que nutre la Semana Santa...

Arranca el redoble de tambor: suave, desde el comienzo.
Suena la segunda saeta.

¡QUÉ DURO ES EL MADERO!

¡Ay, qué duro es el madero!
¡Qué terribles son los clavos
que atraviesan pies y manos!
¡Y qué afilada es la lanza
con la que a Cristo mataron!

Un rebullir de ojos y las sombras de las monjas tras las persianas añaden un punto de misterio al final de la calle. El cruce con la calle Villareal, antiguo límite de la población, pone fin a la magia de ese tramo del recorrido. La procesión sale de un Manzanares secular y se adentra hacia otro más reciente, más nuevo; privilegios de los pueblos antiguos...

CINCO: LA CALLE DE LA VIRGEN... SEIS: EL GRAN TEATRO... SIETE: LA CALLE DE LA VIRGEN DE LA PAZ... OCHO: LA CALLE ANCHA...

Toque de corneta.
Redoble de tambor: fuerte al comienzo, progresivamente se va suavizando.
Suena la tercera saeta.

MÍRALA POR DÓNDE VIENE

¡Su madre...!
Mírala por dónde viene.
Mírala llena de pena.
Su hijo ha muerto en la cruz.
Y en el silencio, sus lágrimas
resbalan hasta la arena.

NUEVE Y DIEZ: SALUDO Y AGRADECIMIENTOS --- Para un manzanareño como yo, al que le enseñaron a valorar y a apreciar, a querer, la Semana Santa desde los primeros años de su infancia, y que ha mantenido viva su vinculación con ella después, ejercer el oficio de pregonero, tarea desempeñada con anterioridad por notables paisanos y algún entrañable amigo, ha sido todo un honor. Creedme si os digo que me he entregado a esta tarea, la de anticipar y pregonar la Semana Santa, por encima de toda retórica, con el mejor esfuerzo literario del que he sido capaz: el que sale del corazón. ¡ójala y lo haya hecho con el acierto que merecéis y el que la Semana Santa de Manzanares exige!...

Queda pues anunciada y pregonada la Semana Santa de 2010 ¡Que la viváis y disfrutéis con la intensidad que estas entrañables fiestas requieren!

Gracias.

Fragmento del Pregón de Semana Santa 2010
Bernardo Fernández-Pacheco Villegas


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